domingo, 16 de agosto de 2015

Infame

Ya no sé si existes,
ya no quiero esperarte. 
De mí, cruel, te reíste, 
viendo mi corazón marchitarse. 

Sabías que yo te amaba,
y cuánto había sufrido,
para ti ya nada importaba; 
había caído en tu abismo. 

Y me dejé seducir,
me dejé conquistar.
Me dejé así morir, 
ver mis sueños truncar.

Y gozas cruelmente con tu sonrisa radiante,
succionas cada atisbo de vida en un beso,
encandilas mi ser con tu mente brillante,
vampiro impiadoso que escupe veneno. 

Vacilas y juegas con mis sentimientos,
un gran estratega en tu propia ciencia.
Dominas batallas, le ganas al tiempo; 
procuras matarme con macabra eficiencia.

Me aniquilas en vida,
me desgarras la esperanza. 
Perversidad superlativa,
te alimentas de almas.

Sos infame en tu débil conciencia, 
solo un imberbe con resentimiento,
vives, amas y luego desechas
segregas a otros tu gran descontento.


No hay comentarios:

Publicar un comentario